lunes, 30 de mayo de 2011

Enamorador@s

De un tiempo a esta parte he asistido a múltiples jornadas, encuentros, sesiones, desconferencias o como queramos denominar a las reuniones presenciales en las que se habla y se presenta la salud 2.0. En casi todas el formatos es similar: uno o más ponentes/facilitadores que intentan explicar y compartir con su audiencia en que consiste todo este jaleo de la salud 2.0 y como puede mejorar y/o cambiar la relación médico-paciente, la relación entre profesionales y cualquier otro aspecto del mundo sanitario.

Encantador de serpientes. By latrola.net
El encantador en acción
Y escuchando tanto discurso, yo me pregunto: ¿Tod@s ante el público enamoramos por igual? Si suponemos  que contenido y presentación son buenos, entonces ¿De qué depende?

Las mariposas revolotean por la barriga, estamos nervios@s, inspiramos y... ahí empieza todo. Nuestra voz y nuestros gestos están listos para cautivar y convencer con nuestras ideas y sentimientos a quien nos escucha desde su asiento. Tenemos un tiempo finito y precioso para ganarnos su confianza y hacerlos cómplices de nuestra historia. Así, conforme pasan los minutos lo notas, es un sentimiento intenso, profundo que te empuja con fuerza hacia el auditorio y te acerca a todas y cada una de las personas que allí están. Es la sensación de entablar una gran conversación, te distensionas, la voz adquiere el tono justo, tus gestos se vuelven empáticos y es entonces cuando lo percibes: la presentación será un éxito por haber conectado con el público. 

Pero... a todo el mundo le ocurre lo mismo ¿? Más a menudo de lo que me gustaría oigo aquello de: cualquiera puede explicar cualquier cosa ante un auditorio. Sí, por poder puede, pero ¿Realmente conseguirá que su historia pase a formar parte de las historias de su audiencia? Seguramente cosas como no meter las manos en los bolsillos, no dar la espalda, no hablar de manera monocorde ni muchas otras cosas que te explican en cursos variados sobre como hablar en público todos somos capaces de aprenderlas y aplicarlas, ahora bien: la empatía se aprende? Yo digo que no, que es un valor intrínseco muy ligado a la personalidad de cada uno y directamente relacionado con la pasión que imprimimos en nuestras acciones.
Además, ahora con todo esto del 2.0, resulta que no sabemos si l@s enamorador@s 2.0 serán buen@s enamorador@s de carne y hueso ni si su elocuencia con las teclas tras la pantalla será empatía en 3D.

Lo que siempre debemos pretender cuando "contemos una historia" es que los asistentes, tras el "Muchas gracias" y los aplausos (que esperemos los hayan) digan: ¿Ya se ha acabado? Me ha volado el tiempo sin darme cuenta !!

*Enamorar en 2.0 es un concepto acuñado por Carlos Matabuena hace ya bastantes meses que empieza a dar vueltas por twitter antes de las exposiciones de algun@ de la twittpandilla de salud ;-)
*Un gran blog sobre como planificar, estructurar, diseñar y exponer presentaciones es El arte de presentar. Y recomendado especialmente el post ¿Cuál es tu perfil como orador?

Y CERRANDO EL POST MI PRIMER STORIFY:

sábado, 14 de mayo de 2011

Sí para mí, NO para mi empresa

No me creo que ningún director o directora general de ninguna empresa no tenga perfil personal en facebook o lea los comentarios que hacen los usuarios de los restaurantes a los que van. Tampoco me creo que ningún jefe o jefa de departamento hayan compartido ningún documento en Google Docs. Y me creo menos aún, que la mayoría de empleados y empleadas de una empresa no usen a nivel particular ni Internet ni el social media (SM).
Para él todo es móvil y digital
Por el contrario, sí creo, y esta semana varios compañeros y compañeras me lo han demostrado, que tod@s en "nuestras cosas" estamos convencid@s que Internet cambió nuestras vidas, que vino para quedarse y que tras la explosión del SM ahora toca ver, con calma, que me sirve y que no me sirve de todo esto.
Uno me pedía una guía de twitter para explicarle a su mujer como funciona el servicio del pajarillo azul, otra me explicaba como viendo videos de cocina en Youtube hacía unos platos riquísimos, un amigo me pasaba el link a un álbum de Picassa para ver las fotos de su último viaje y yo misma confirmaba la asistencia de mi hijo a una fiesta de cumpleaños apuntándolo en un excel de Google Docs. Vamos que ejemplos los hay y muchos sin necesidad de ir a buscar a los más geeks del lugar.
Pero, cuando decidimos aplicar el SM a la empresa, entonces, no es lo mismo, parece como si tod@s dejaran cada día su yo internauta-2.0 en la puerta de entrada y sentadit@s en sus mesas de despacho recuperasen la máquina de escribir, los manguitos y la visera para convertirse en aquell@s oficinistas de principios del siglo XX.

Quizás, muchas personas padecen una importantísima brecha entre lo personal y lo profesional y, como decía José Antonio Merlo Vega en su conferencia de clausura de Bibliosalud 2011, hacen un uso adolescente de los medios sociales, que en cierta manera, les impide ni tan siquiera imaginar una aplicación empresarial. 

Como leía el otro día de Isaac Mao (Sharismo: una revolución de la mente) "los que comparten están acumulando capital social y una superabundancia de respeto por parte de la comunidad" y eso, ¿No interesa a las empresas? ¿No quieren ser ellas y sus marcas respetadas por las personas que surcan la Red?  Parece como si muchas de ellas, por suerte no todas, cada vez que escuchan 2.0 y medios sociales se vuelven sordas y miran hacia otro lado adoptando una postura cómoda y nada comprometida. No quieren oir que todo esto, les acerca más que nunca a sus clientes, que al final, son los que les van a proporcionar sus tan "ansiadas ventas de unidades".

Así, las empresas que decidan no "moverse", que practiquen la resistencia al cambio, y no crean en el sharismo ("Cuanto menos compartes menos poder tienes") corren el riesgo de ser arrasadas por un tsunami que les lleve al convencimiento por la obviedad... pero quizás demasiado tarde con la consiguiente pérdida de oportunidades que conlleva. 

Eso sí, cuando l@s emplead@s crucen la puerta, sacarán del bolsillo sus iphones o smartphones de turno y alegremente publicarán con su usuario de twitter: por fin en la calle !!!

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