En garde! |
Han habido otros intentos de decálogos y recomendaciones que han querido guiar, sobretodo a pacientes y ciudadanos en la mejora de su criterio en cuestiones de salud para "fiarse" de lo que corre por la Red. También han habido intentos por agrupar y reunir recursos para pacientes, profesionales y otros colectivos en directorios, wikis y mil y un espacios que han dispersado el panorama. Lo que sí resulta sorprendente es que en todo este tiempo nunca nos hayamos atrevido a señalar con el dedo "lo que no es fiable" (directorio de recursos engañosos, erróneos, mentirosos????).
Y mientras estábamos con sellos sí, sellos no, decálogos y recomendaciones van y vienen han irrumpido con fuerza y en silencio las aplicaciones móviles de salud que nadie ha visto, ni validado, ni certificado, ni nada de nada. Parece que Apple ha estado estudiando medicina, enfermería, fisioterapia o haciendo un máster en salud para que miles de usuarios se descarguen variopintas apps, algunas con incidencia directa en su salud, fiándose de comentarios no reconocidos y número de descargas. Los humanos somos bastante así, años discutiendo si son churras o son merinas y sopapo al canto en la dirección contraria.
Hace una semana en el Monasterio de Poblet participaba en una mesa redonda sobre TIC y salud en la que los 4 ponentes hacíamos un viaje corto e intenso desde el 2.0 a las apps de salud. En el debate, se concluyó que había necesidad de regular el mundo de las apps pero todavía no disponíamos de la fórmula correcta: certificación, legislación como dispositivos móviles, decálogos y recomendaciones...
Ayer, en un reputado curso de ORL un otorrinolaringólogo, en el transcurso de su ponencia, mostraba a sus colegas una app para pacientes con apnea del sueño que en función del ritmo respiratorio y de los ronquidos lo despertaba y elaboraba el patrón del sueño para que por la mañana lo llevase en su iphone a su médico.
Ahora parece que hemos olvidado el 2.0, la actitud y los medios sociales para centrarnos en las apps que el "app-paciente" como dice Julio Mayol nos va a traer a la consulta. Hay que reconocer que los profesionales de la salud no ganamos para sustos y la tecnología nos ha vuelto a dar un revolcón.
29 noviembre de 2012 a las 22h |
- Q1: ¿Qué criterios debemos tener en cuenta para fiarnos de una app de salud?
- Q2: ¿Acreditación de las apps de salud? ¿Quién acredita?
- Q3: Normativa legal, recomendaciones o sellos de calidad
Parece que trasladamos la conversación de la validez de los contenidos de los sitios web a las apps de salud, y creo que también vale la pena pensar en el uso que se hace de las apps. Se descargan, si, pero ¿se usan?. ¿Tendríamos manera de incluir a los pacientes/usuarios en el debate? ¿qué les motiva a descargarse una app? ¿y a usarla?. Y cómo, si tenemos una app, conseguimos darle la visibilidad para que el usuario se la decargue..y la use?
ResponderEliminar¡Apasionante el reto!
Eva, el uso de las apps es un buen debate, similar al debate sobre el uso de las webs. También deberíamos diferenciar entre apps para pacientes, para profesionales o para ambos. En mi opinión las apps que "calculan" son unas de las que más pueden interesarnos. Y sí, el reto por regular y poner un poco de orden en todo esto es apasionante. Gracias por el comentario :-)
EliminarEs un tema muy importante. Desde hace unos meses, tal como comentamos en la mesa redonda de Poblet, desde Web Médica Acreditada (WMA) hemos estado realizando un análisis de la situación. Está claro que las apps de salud deben regularse de alguna forma y apuntamos algunas ideas. Días después tuvimos un debate twittero muy interesante sobre este tema con @ChemaCepeda, @andonicarrion, @airuelal, @sergiue, @AntonietaVidalT, @manyez, @dr_bonis y @monicamoro.
ResponderEliminarEn primer lugar, podría ser importante determinar si podemos distinguir entre apps de salud y lo que sería algo más serio por su aplicación, apps de uso clínico. Existen tipologías diferentes de apps y pueden requerir enfoques diferentes para valoración en términos de calidad.
Desde luego aquellas que puedan utilizarse para realizar diagnósticos, tratamientos, etc. deberían seguir, para su elaboración, unas directrices concretas para el cumplimiento de diferentes criterios de calidad como se exige a otros dispositivos médicos. Como comenté en la mesa redonda y en twitter, existen directivas europeas, a falta de una específica y única de apps, relacionadas con los dispositivos médicos que serían perfectamente aplicables en este caso.
Desde WMA nos pusimos en contacto con la Agencia Española del Medicamento y Productos sanitarios, que sería la entidad de referencia en este asunto, y les consultamos hace un mes sobre el tema, seguimos esperando respuesta...
Miguel Angel muchas gracias por tu comentario. Empieza a ser evidente que la comunidad de salud busca sistemas para validar o al menos asegurar la fiabilidad de las aplicaciones móviles de salud. Seguramente se hará necesaria una clasificación en función de sus aplicaciones para diferenciar las dirigidas a pacientes, a profesionales, al diagnóstico, al tratamiento, etc. Hay mucho camino por recorrer...
EliminarMónica, gracias por el recuento que realizas de algunas de las certificaciones y sistemas que pueden ayudar a la población general a reconocer aquellos sitios que contienen información fiable de salud. Consideramos fundamental que se conozcan estos detalles para mejorar el tanto el consumo como la difusión de contenidos de salud a través de la red. De igual manera, coincidimos contigo en la necesidad de identificar esos “recursos engañosos” que también abundan en la red. Respecto a la regulación del mercado de las aplicaciones móviles de salud, compartimos contigo y con tus lectores un interesante documento creado por la organización británica Devices 4 Limited http://www.d4.org.uk/research/regulation-of-health-apps-a-practical-guide-January-2012.pdf. Seguiremos con atención el tweetup del próximo jueves. Un saludo!
ResponderEliminarGracias por vuestro comentario. Siempre he pensado que recoger los sitios web engañosos o con información no fiable podría ser útil para la población general y también una manera de denunciarlos. Gracias por el documento, lo tenemos publicado como recurso de interés para el tweetup del jueves!
EliminarMonica, muy buena reflexión.
ResponderEliminarDesde el punto de vista del paciente es fundamental, ya que cada vez más internet es su principal fuente de información (también sobre temas de salut)... Y los dispositivos móviles están a la vanguardia de este tipo de contenido.
Creo haber leído que la CDA ya estaba pensando en regular las APPs de salud.
Un saludo!
Hola. Llego tarde, como siempre últimamente. Supongo que conocéis esto, ¿no? http://www.juntadeandalucia.es/agenciadecalidadsanitaria/calidadappsalud/
ResponderEliminarLa verdad es que da vértigo pasarte por la app store y ver todo lo que puede llegar a hacer.