sábado, 12 de septiembre de 2015

Día 12 (15/8/15): Surca el aire como Ícaro!

Sin ver el final, adrenalinaaaaaaa
Y llegó el día, hoy hemos decidido deslizarnos por los cielos practicando el canopy. Nos despertamos inquietos y una soleada y ventosa mañana nos saluda. Desayunamos eligiendo el tipo: tradicional, liviano, americano, fruta y pankekes, es el primer hotel en el que no tenemos buffet y a decir verdad se agradece empezar sin tener tan a mano todo lo que puedes y no deberías comerte. Como nos pasa a menudo, cuando empezamos a sumar más de 12 días fuera de casa y sin apartamento empezamos a añorar “nuestra comida” y como dice Marina: ya tengo ganas de encontrarme el plato en la mesa sin decidir que quiero comer. A las 10'15h nos pasan a buscar los de Sky adventures que ofrecen tres modalidades de paseo: sky trek (canopy), sky tram (teleférico) y sky walk (paseo por los puentes). En Costa Rica muchos turistas se desplazan de destino a destino gracias a transportes contratados y las empresas de actividades ya tienen por norma ir a buscar y devolver a sus clientes a los diferentes hoteles. Nosotros llevamos un 4x4 que nos permite decidir adonde y cuando vamos (libertad, libertad que no cambiaríamos por ningún otro modelo más dirigido y menos con dos “adjuntos” hijos que no son ejemplo de la paciencia ni del conformismo silencioso), aunque si hay transporte incluido en las actividades lo aprovechamos y es más cómodo.

Por encima de las copas de los árboles
Llegamos al Sky parc y empezamos a ver cables a alturas de infarto... pero no lo hemos visto todo. Nos colocan el material (arnés, casco y guantes), nos entregan una polea, cuatro instrucciones y primer cable de prueba. Wow, menuda sensación, te deslizas casi estirado con el viento azotándote y silbando por los cuatro costados, por suerte, al final de los cables hay unos frenos que no hacen necesario usar ni pies ni tobillos, menos mal! Subimos al sky tram que es el teleférico que te lleva a lo más alto y tras chocolate caliente y vistas de las copas de los árboles y las montañas a más de 2.000 metros de altura, iniciamos el recorrido. Van a ser 7 cables, el más largo de 770m y el más alto a más de 100 m, algunos individuales y otros en pareja para ganar aceleración (puedes llegar a los 60 km/h), eso sí que va a ser adrenalina en vena! Empezamos, somos un grupo pequeño de unas 11 personas por lo que el recorrido es ágil, a veces los primeros, otras los últimos y de cable en cable las sensaciones mejoran, disfrutas del desplazamiento e incluso durante el vuelo, vemos el Pacífico. Todos acabamos encantados con la macroexperiencia, tanto que nos llevamos de recuerdo una taza para la colección que reza: I DID IT!

Almuerzo en el Bistro Bon Appetit, que a pesar del nombre francés sirven comida italiana y descanso tras el esfuerzo. Por la tarde decidimos visitar la cafetería del Trapiche para ver la tan nombrada celebración del día de la madre y comprobar el buen arte del barista como nos dijeron en el tour. Allá que vamos y encontramos una cabaña decorada para la ocasión, muy al estilo centroamericano con globos y corazones para dar y tomar.

Un dos plazas de baldosas blancas
El guía del Trapiche nos explica que en Santa Elena están de fiestas patronales, celebración muy animada por la que pasarse a echar un ojo. Allá que vamos a descubrir las fiestas locales “al ladito del cementerio”. Hay unas cuantas atracciones de feria para niños y un espacio que en principio nos parecía el típico “embelat de Fiesta Mayor” que resulta ser un macroespacio religioso en el que se ha reunido casi todo el pueblo para celebrar una misa o algo por el estilo. Vemos a niños vestidos de blanco como si fueran monaguillos y el párroco relata todas las actividades que van a tener durante la tarde-noche: cena de hermandad, cantantes más o menos sacros y rifa benéfica entre otras. Nos alejamos ya que no hemos encontrado los puestos para cenar de pica-pica que esperábamos y, la verdad, encajamos poco en el formato festivo de los lugareños.

Acabamos cenando en la soda Sabor Tico (ojo, no el restaurante del centro comercial, el que está alejado del centro de Santa Elena) donde nos zampamos un fantástico arroz cantonés, muy recomendable como comida buena a buen precio por si alguno decide venir a Santa Elena (donde todo es caro o muy caro dedicado a los turistas ricos que se mueven por la zona).

Pillamos un DVD en recepción del Poco a Poco para ver una peli y como era de suponer es VO con subtítulos en castellano, a Pol y a Marina Hotel Budapest les engancha, Xavi nos da las buenas noches y yo, a los 30 minutos caigo irremediablemente en los brazos de Morfeo. The day is over!!

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