miércoles, 2 de septiembre de 2015

Día 2 (5/8/15): Húmedo, húmedo y mojado, mojado, bienvenidos a Tortuguero!

Autocares tuneados con tortugas y ranitas
Despertamos en San José, pronto muy pronto, con el cambio de horario bajo el brazo en busca de la ansiada adaptación. Desayuno rápido y autocar camino de Tortuguero. Manuel nos dice que será nuestro guía, un costarricense simpático muy habituado a su trabajo de los que parece disfrutar enseñando su país y contando todas sus maravillas. Nos esperan unas cuantas horas de carretera, una comida típica del país, un viaje en barco y el Pachira Lodge, nuestro alojamiento durante los dos días largos que vamos a pasar en Tortuguero. Estamos en el momento "organizado" de nuestro viaje, esos momentos de guía con micro en el autocar, parada programada de almuerzo, desplazamientos en grupo de 150 personas y por suerte aún no seguimos a ningún paraguas, es, nuestro antimodelo viajero preferido. En el Ceibo (el restaurante donde hay la parada para comer) vemos ranitas rojas y perezosos, ahí nuestro primer contacto con la fauna de Costa Rica.
El embarcadero de la Pavona en "hora punta"
Llegamos al embarcadero y tras superar el caos de 150 personas con.... 150 maletas subimos a las barcas que al filo de las 5 horas de viaje desde San José nos depositan en el hotel.


Aninga o pato aguja
Selva y agua nos reciben para almorzar y explicarnos que durante dos días tenemos nuestra vida perfectamente programada: paseo en bote por los canales, excursión a pie por la selva, visita al pueblo de Tortuguero y como no, visitas y actividades facultativas para escoger y pagar (spa, desove de tortugas y tirolinas). Nos toca la excursión en lancha por el parque nacional esa misma tarde, así hemos salido a recorrer la laguna Penitencia y los canales de la zona. El objetivo del paseo es la búsqueda y captura de animales, el balance final ha sido: iguanas, caimán, grullas variadas, colibrí y otros pajarillos además de plantas y más plantas de hojas descomunales. Entre las plantas destacar el árbol Pachira aquatica que da nombre a nuestro hotel y da unos frutos, los popomboches, que parecen cocos, comestibles en crudo y cocidos.

De vuelta nos pegamos un baño en la piscina (que como no podía ser de otra manera tiene forma de tortuga) buscando el fresco y alejarnos un poco de la humedad. Cenamos antes de las 21h  y al ratito los 4 planchados en nuestras camitas, según parece aún seguimos en periodo de adaptación!

#puravidaim15 es nuestro hahstag del viaje y agrupa todas las fotos en Instagram

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