viernes, 9 de mayo de 2014

Estruja, estruja que algo sale

Voy en el tren camino de Madrid estrujándome una y otra vez la sesera pensando en mi exposición de 20 minutos ante la red comercial del laboratorio donde trabajo. No es que piense en mi presentación de powerpoint (incluso había casi decidido que no iba a usarla), tampoco pienso en si me va a faltar tiempo, eso seguro que no (detesto ser pesada y repetir "y para acabar" y que te avisen y que intentes acabar... y al final te echen del escenario), y ni siquiera estoy demasiado nerviosa. Lo que me ocurre es que estoy preocupada, hasta angustiada por plantarme delante de 250 personas y no ser capaz de conectar con todos ellos, no ser capaz de entusiasmarles, no ser capaz de entretenerlos, de divertirlos. No quiero ser una ponente más que les suelta el rollo, baja de la tarima y adiós muy buenas, "feina feta" (faena hecha).
Los que me conocéis en vivo y en directo sabéis que si algo me cuesta es estarme quieta y... callada (encima ando afónica). Me atormentan las largas sesiones ponente va, ponente vuelve contando su historia, todos sentaditos y calladitos. En esta ocasión, el powerpoint es mínimo, hablamos de apps y webs y que mejor que verlas y USARLAS. Pero.... como puedo implicar a la audiencia en mi discurso? Como, a partir de los tres mosqueteros voy a contarles que D'Artagnan, el más joven, el más inexperto pero el más leal y honesto es quien defenderá "a capa y espada" a su Reina? Tengo dos armas en la maleta y algunas ideas en la cabeza, quiero un voluntario que empuñe el arma en la tarima, quiero que tocado a tocado marquemos la diferencia, ése es el mensaje, ser diferentes!!!
Y... al final, sin buscarlo, sin pensarlo, mi niño me ha llamado por teléfono a primera hora de la mañana y me ha soltado:
  • Mami, buenos días, voy camino del cole, ya presentaste?
  • No, Pol, todavía no, porqué me lo preguntas?
  • Nada, para desearte "mucha mierda"
  • Gracias, Pol, muchas gracias
  • Mami, por cierto, dile a alguna amiga tuya que te grabe un poco o que te haga una foto, la cuelgas en el insta, así la veo y te hago un like, te parece??? Que pases un buen día
  • Vale Pol, tomo nota. Besos.
Mami, mami
Y así, esta pequeña conversación con el desayuno me ha devuelto a la realidad, a esa realidad del todo se comparte, todo puede verse en cualquier momento, todo está accesible desde cualquier sitio, todo se sabe y todo se cuenta
Por ello, no sacaré los sables de la maleta, subiré a la tarima y enseñaré que igual que mi niño de 11 años profesionales y pacientes ya no son los mismos, ya no esperan, ya no se conforman. Profesionales y pacientes empiezan a comunicarse y a gestionar la salud de otra manera, en otros tiempos. 

Ya está: diferenciarse con el cambio, ése va a ser mi mensaje.

3 comentarios:

  1. Mónica!

    Quina veritat expliques!
    Los que tenemos hijos sabemos de la importancia de dedicarles "guiños" auténticos, de lo vital que es la conciliación de la vida profesional-personal y sobre todo, de cómo toda en nuestra vida está conectad@.
    Por un momento me he imaginado a tu Pol en a conversación de teléfono, y se me ha escapado una ilusionante sonrisa.
    Los adultos tenemos tanto que aprender de los niños y de cómo de adaptan al cambio!!!
    Seguro que la presentación está siendo la caña!
    Molta Merda!

    Mer

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    Respuestas
    1. Ja téns raó, ja! Nuestras vidas están conectadas y ya no existen fronteras. Los niños lo han visto rápido, y además lo viven en ptimera persona. Observar, escuchar y aprender de esos locos bajitos es un apasionante reto. Gracias por el comentario Mercè ;)

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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