viernes, 22 de mayo de 2020

Se nos acabó el tiempo

Querría no haber escrito nunca este post, querría que mi hermano Sergio siguiera con los pies en este mundo, querría que nada hubiera sucedido. Se puede vivir el presente e intentar imaginar el futuro pero de ninguna manera podemos cambiar el pasado. Así las cosas, hace 72 horas mi hermano dejó de respirar tras una larga y valiente lucha contra un cáncer que al final le ganó la batalla. Perdió su último combate. Hoy, ha sido el sepelio, el momento de despedirnos para siempre. El corazón me pedía decir adiós, un adiós difícil y complicado pero necesario, un adiós en el que me he descubierto saltando de sentimiento en sentimiento y acariciando las palabras:

"Moni súbeme la pierna, Moni dame la botella de agua, Moni por favor acércame la bolsa… aún te oigo y lloro. Los dos últimos meses hemos pasado juntos el tiempo que perdimos en los últimos años. Sí Sergio, se nos escapó el tiempo. ¿En qué momento? No lo sé muy bien, la vida camina, corre y finalmente vuela irremediablemente. Así y todo estoy contenta, estas últimas semanas de periplo entre hospitales con pruebas, tratamientos, transfusiones y algún que otro bocadillo de jamón serrano, gracias al dichoso coronavirus, nos regalaron un tiempo precioso para volver a encontrarnos. Hablábamos de mis arpilleras, de tus negocios y ambos sabíamos que el tiempo apuraba.

Ya no estabas bien, ya no eras mi hermano sonriente de fuerte voz que lo disponía todo, ya no eras Sergio el que todo lo controla. Así y todo aún veía a mi hermano de siempre, el que siendo un niño se peleaba conmigo a todas horas, el que no sabía o más bien no quería saber como se hacen pequeñas tareas domésticas, el que imaginaba día y noche cómo hacer negocios, el que acababa las trifulcas con un: Moni que yo te quiero mucho.

Papá y mamá te quieren con locura, has sido y seguirás siendo el niño de sus ojos, su nene.
Un soleado 19 de mayo emprendiste vuelo, volaste alto, muy alto para esperarnos en algún lugar del inmenso cielo azul. La distancia será grande, el futuro por venir, lo sabes tú y lo sabemos nosotros. Echaré la vista al cielo hoy y siempre, te buscaré y te contaré como vamos por aquí sabiendo que te quedaste para siempre en nuestros corazones.

Adiós Sergio, te quiero".
Sergio Moro Mesa
*10-02-1969  + 19-5-2020



miércoles, 13 de mayo de 2020

Confinada - confitada #COVID19

En nada, ya van 60 días de confinamiento, 60 días de encierro más o menos severo, 60 días en casa (sí sí #yomequedoencasa). El 13 de abril, cuando apenas llevábamos un mes en esta entonces extraña y ahora habitual situación me pidieron desde el Banco Farmacéutico un pequeño escrito sobre como me sentía. Un mes después podría volver a escribir lo mismo:

"La emergencia sanitaria por coronavirus ha dado un vuelco a nuestras vidas de una manera nunca imaginada. Ni en el mejor guión de la mejor película de ciencia ficción hubiéramos imaginado “quedarnos en casa confinados” durante un mes, y ya veremos cuánto tiempo más. Al inicio todo parecía lejos, muy lejos. China es un destino exótico al que se iba de vacaciones; ahora todo está mucho más cerca. Hace 15 días, cuando entre nosotros la pandemia empezaba a enseñar los dientes, una amiga de Madrid me decía: “al principio todo esto son algunas cifras, después los números van creciendo. Pero lo que realmente da miedo es cuando todo te rodea y te golpean nombres y apellidos de personas conocidas, familiares y/o amigos y amigas que lo pasan mal o que incluso desaparecen”.

Y poco después desde Trobatea me pidieron consejos para sobrellevar esta situación con niños y adolescentes en casa, entrevista de la que salió un título que me hace sonreír una y otra vez: "La escoba no entiende de género, ni de niños o niñas", debía tener una tarde inspirada...

En estos dos meses un par de días a la semana he seguido yendo al laboratorio para recabar testimonios de las personas que han seguido trabajando para #quenofaltenmedicamentos
Y un mes después aquí seguimos (por suerte) con la "dichosa curva" ya plana y viendo llegar la bajada. Hemos iniciado fases de desescalada a diferentes velocidades para caminar hacia una nueva normalidad, menuda colección de nuevas palabras ahora oídas hasta en la sopa. En estos 60 días, con sus correspondientes noches, ha habido tiempo para ser optimista, volverse pesimista, animarse ante pequeñas buenas noticias, desanimarse al no ver la bajada de las cifras, recordar buenos momentos, acordarse de las personas que te importan y volar con sólo cerrar los ojos cuando aparecen los nubarrones de la desesperación. Y todo ello con mucha, mucha paciencia nos guste o no nos guste.

Festival de tareas domésticas
Deporte en lata
Cocinillas van, cocinillas vienen
Fabricando ando
Y nos reunimos 7 países: Italia, Guatemala, Francia, Grecia, Turquía, España y Alemania
Videocalls a gogo
A decir verdad he tenido poco tiempo libre, he teletrabajado "de sol a sol" de lunes a domingo. Mis áreas de responsabilidad en el laboratorio: comunicación, entorno digital y responsabilidad social corporativa, gracias al coronavirus "se han puesto de moda" y al cumplir un primer mes sin freno, en franca caída libre, decidí racionalizar días y horarios. Pero así y todo en casa, no me ha dado por hacer pan, cocinillas las justas, deporte de supervivencia y mucho limpia, lava, barre, recoge y otras fiestas caseras. Siempre dije que no me gusta ni quiero "hacer la casalinga" como dicen en Italia, yo que soy mujer de movimiento no me he adaptado demasiado bien a esta nueva vida que confunde el lunes con el martes, el martes con el miércoles y así día tras día. Súmale una familia de altas prestaciones académicas (Pol preparando la selectividad y Marina acabando su grado de farmacia) y profesionales (mi propia locura laboral y Xavi que montó un hospital en INEFC y reorganizó toda la docencia a online) para necesitar volar con los ojos cerrados en más de una ocasión.

 Aissatou (comadrona) y Georgette (enfermera) en el poste de santé de Louly

Con todo esto, desde el inicio en mi whastapp se abrió una ventana a Senegal, el lugar donde no pude ir el 4 de abril. Con los postes de santé de Louly e Ibel y el hospital de Kedougou hemos ido intercambiando impresiones, recomendaciones, medidas de protección y acciones de sensibilización. En Europa íbamos por delante en casos detectados, personas enfermas y fallecimientos por #COVID19. Les envié los primeros archivos sobre como efectuar un buen lavado de manos y las principales recomendaciones de protección en francés y ellos empezaron con lo que denominan "acciones de sensibilización entre la población". A día de hoy, el pequeño país africano arroja unas cifras respecto a la pandemia por coronavirus envidiables para cualquier país europeo. Es cierto que pronto tomaron medidas de contención pues:
  • Cerraron las fronteras
  • Prohibieron la movilidad entre regiones
  • Anularon las manifestaciones religiosas de todo tipo
  • Obligaron al uso de mascarilla en la calle
  • Instauraron el toque de queda de 20 a 6h
  • Recomendaron insistentemente el lavado de manos
  • Aplicaron la distancia social
  • Evitaron comer con la mano en el bol sirviendo en el plato

Lavado de manos en Ibel

Ingenioso sistema de lavado de manos que nos muestra Arouna en Ibel

A decir verdad no sé si es que se lo tomaron en serio desde el primer momento, si el calor que tienen (han llegado de nuevo a los 45 grados en la región de Kedougou) disminuye la contagiosidad del virus, si acatan las medidas mejor que nosotros o todo a la vez pero a pesar de los malos presagios de explosión de la pandemia a 12 de mayo han registrado solo 19 fallecimientos. Desde el 23-24 de abril han iniciado el Ramadán, que ya en situación no coranovírica supone un enlentecimiento de las actividades y ahora mucho más, ya que el mes más sagrado del Islam con todas las medidas de contención nunca se había visto. Cada dos semanas con Mbaye, Abdoul y Arouna nos llamamos y nos vemos, sí, sí, como todo el mundo también hacemos videocalls para sentirnos cerca, explicarnos como van las cosas y decirnos mutuamente que esto pasará y pronto volveremos a estar juntos. En Ibel con la máquina de coser están haciendo pruebas para coser mascarillas y Marie Luise en Cap Skirring ha lanzado "una colección" de lo más fashion  con sus bellas telas africanas.

Videocalls con nostalgia y risas Barcelona - Sant Cugat - Ibel - Mbour
Abdoul nos enseña la primera mascarilla cosida en Ibel

Marie Luise y sus mascarillas en Cap Skirring

Mbaye armado con mascarilla y solución hidroalcóholica mientras que Marie Luise cose ataviada con mascarilla

Detalle de arpillera
Y con el mundo en vilo, cada día a las 20h aplauso popular para los profesionales de la salud, y Marina en nuestra terraza (uno de los espacios más codiciados de nuestro piso en Barcelona) aplaudiendo, un aplauso de reconocimiento que nos recuerda que ya queda un día menos para salir de todo esto, que ya queda un día menos para ganar esta batalla para la que nunca nadie nos preparó. Y aquí la arpillera "inacabada de confinamiento", aún sin título, aún sin historia pues.... aún seguimos aquí sin fecha de liberación. Tiene un recuadro amarillo inferior en el que irá el cómputo total de días raros de pandemia, emergencia y confinamiento y entonces, cuando podamos echar la vista atrás bordaré el número, un número que será tributo de esta locura inesperada.

Y como decía en el título, confinada estoy desde el 13 de marzo y confitada saldré de tanta casa y tanto aquí me quedo... 

Nuestro pequeño paraíso de confinamiento: la terraza en la que hemos desayunado, almorzado, cenado, vermuteado, merendado, hecho la fotosíntesis cuando sale el sol, estudiado, trabajado y alqún que otro "...ado" más que ahora se me escapa.
Print Friendly Version of this pagePrint Get a PDF version of this webpagePDF

Puedes añadir el post a tu libreta: