Todo empezó una tarde de domingo en
twitter, quizás era la hora de la siesta y en la tele no echaban nada bueno, pero sin saber porqué, tuit va tuit viene, una que dice, otro que se suma, la de más allá que opina y en un momento,
conversación en marcha. La buena amiga
Pilar andaba cerrando el
TEDx de Andorra la Vella y mi querida
Inés medio en broma, medio en serio le
propuso mi participación. Yo reía, y me divertía con el intercambio de tuits, hasta que la cosa se puso seria y... en un plis, plas, algún video y algún mail, quedó cerrada mi participación en la
5a edición del TEDx de Andorra.
Y ahí empezaron mis nervios,
dos facetas de mi vida importantes, bien conocidas, apasionantes y que nunca había mezclado en público. Sí, cuando Pilar me comentó que el TEDx iba de
Re+volución pensé que esas dos caras mías estaban muy cerca y establecían paralelismos casi perfectos.
Por ello, cuando días después de aquel 9 de junio me pidieron el
título de mi intervención sabía que sólo podía ser:
Salut, en guàrdia!
Empecé a trabajar en la ponencia, dispondría de 15 minutos para "explicar al mundo" cuán parecidas y paralelas son la esgrima y la salud, cuán cercanas se encuentran la una de la otra, cuánto se complementan!!!!. No me resultó fácil, cada vez que empezaba me ponía nerviosa, muy nerviosa, empezaban las mariposas, y notaba un exceso de responsabilidad... quería entusiasmar, quería emocionar y sobretodo quería que quien me viera viviese conmigo ese momento mágico y especial, y que supiera, que en ello había puesto todo mi empeño dando lo mejor de mí.
El
28 de septiembre era el día D, fui dibujando el esquema del contenido, las relaciones, la historia y...
el principio. Pensé y me convencí de la necesidad de
empezar mi exposición, tanto como fuera posible,
recreando las sensaciones de estar en la pista, con la careta puesta y el florete en la mano justo antes del esperado "adelante" del árbitro. Y pedí ayuda,
pedí ayuda a quién en mis años de tiradora y luego como compañero de vida desde hace casi 30 años me acompaña:
Xavi. Llegaron las noches de pruebas y ensayos, en el comedor repetíamos las acciones al
ritmo de un latido cardíaco, el latido que cuando estás a punto de empezar un asalto te late en los oídos (lub-dub, lub-dub), sí, el mismo.
|
Con Xavi evolucionando en la "pista del TEDx" |
Llegó el día y puedo aseguraros que ha sido la vez que más nerviosa he estado, cuando nos llegó el turno,
con Xavi, subimos a la tarima y
ejecutamos los compases de esgrima, me quité la careta y
mi voz tembló, entrecortada, a trompicones para, palabra a palabra, frase a frase
dejarme llevar por la pasión que despiertan en mí la esgrima y la salud y disfrutar de todo lo que quería compartir.
No creo que fuera mi mejor "actuación", no sé que os va a parecer, yo he repasado el video varias veces y seguro, que si ahora lo repito, lo hago mejor.
Lo que sí que tuve claro, es que hay trenes que pasan una vez, y debemos subirmos. Yo me subí al tren del TEDx y me fascinó, conté mi historia, nuestra historia, ahora ya, vuestra historia y me bajé, quince minutos después, con los ojos húmedos, satisfecha y emocionada.
Por si os apetece, aquí os dejo la presentación que utilicé (la original en català):
Y el vídeo de mi intervención en català: