martes, 25 de junio de 2019

ENFANTS partout (NIÑOS por todas partes)

Cuando puse los pies en Senegal la primera vez en agosto de 2018, me llamó la atención ver niños y niñas por todas partes, de todos los tamaños, solos, acompañados o a la espalda de sus madres. Cierto que a la que pones el pie en el suelo se te acercan rápidamente y la mayoría de las veces gritan "toubab, toubab" (blancos, blancos) alegremente. 

Dos sonrientes niños peúl en Ibel
Cuando visitamos Saint Louis se nos encogió el corazón, los llamados "talibés" llenaban sus calles, niños sucios, llenos de polvo y vestidos con harapos que mendigan armados de un pequeño bote de plástico. Dicen que son los alumnos de las escuelas coránicas, las daaras, que piden para su marabout, aunque sus condiciones extremas de vida a una temprana edad (mendicidad, maltrato, no educación reglada) los marcan para siempre. Pero sobre talibés se ha hablado y escrito mucho, incluso se ha llegado a considerar un sistema de esclavitud moderna. 

Riendo con niños y niñas en Iwol, la capital bedik en País Bassari
Por suerte, a la que abandonas las grandes ciudades de Senegal el panorama cambia y te encuentras con los verdaderos "enfants de África". Ya en agosto a Mbaye y David les pregunté insistentemente la media de retoños que tienen las mujeres africanas, ambos me repetían, Mónica aquí hay "enfants partout" (niños por todas partes) y nuestras mujeres tienen más o menos 6 hijos cada una. Si a la elevada media sumamos la poligamia, una famila "normal" tiene al menos 12 niños y niñas a los que criar, educar y alimentar.

La alegría de ser madre en Iwol
Globos, globos y más globos en el poblado de Andiel
Con todo ello, supongo que lo de ser médico y buscar bibliografía me tira, no he podido resistirme a buscar las pirámides poblacionales de Senegal y España y... aunque ni Arouna, ni Mbaye ni Abdoul no saben nada de salud pública, sí que han dado en el clavo diciendo que en Senegal lo que más hay son niños y niñas.



Y sí, pequeñajos y pequeñajas te aparecen por todas partes, siempre con una amplia sonrisa y unos ojos que te piden una sola cosa: CARIÑO. En otros lugares pueden pedirte dinero, regalos o cualquier otra cosa, pero en Senegal darles la mano, un beso o un abrazo es de lo más reconfortante y te hacen tocar el cielo. Cuando recorres las aldeas salen a tu paso corriendo y riendo, en ocasiones descalzos y con la ropa sucia y rota pero siempre, siempre extendiendo su mano hacia ti. Y cuando inflas unos globos y te pones a jugar ya no importa que no hables wolof, ni peúl, ni bedik ni ninguna de sus lenguas, el juego es universal y las ganas de pasarlo bien también. Sin buscarlo y sin pensarlo, así de repente, si eres de las personas que recorren el mundo con los brazos abiertos,  puedes encontrarte paseando con un par de locos bajitos, como decía Serrat, uno en cada mano saltando y riendo.
Just be cool !!! 
La juventud y los globos!!!
Y hemos entrado en colegios en los que esforzados profesores trabajan con pocos o muy pocos medios. Recuerdo especialmente el de la isla de Ehidje con unos 15 niños y niñas de menos de 12 años y un profesor que para enseñar lo mejor que puede, divide la clase en dos, pequeños y mayores, girando los pupitres: la mitad hacia un lado y la otra mitad hacia el otro. Nos fijamos en la pizarra, letras escritas y una breve explicación sobre el turismo el porqué, los beneficios y las desventajas, interesante hacer una lectura rápida. Y tras entregar bolígrafos y lápices, una foto de cortesía y un regalo que aparece en forma de canción cuando niños y niñas nos cantan un fragmento del himno nacional. 
Y sí, de nuevo África nos embriaga con sus pequeñas-GRANDES cosas.
Escuela de la isla de Ehidje
Maravilloso grupo con el profesor  (el de la camisa azul)
Una de las pizarras de la clase
Himno de Senegal cantado por los niños y niñas de la isla de Ehidge
Las personas más tradicionales nos cuentan que es necesario tener hijos e hijas para trabajar en el campo, son brazos para el futuro, pero hoy en día, como me decía mi amigo Demba, eso ya no es así. Es muy difícil y complicado alimentar y educar a 6 hijos e hijas en una sociedad con grandes y a veces abismales diferencias en lo que a poder económico se refiere, lo que supone que sigan los talibés para los niños y los matrimonios infantiles para las niñas. Por otro lado, no debemos olvidar que la sociedad senegalesa está cambiando y que la mujer quiere y debe ser parte de las decisiones que provoquen los cambios. Aún recuerdo a la comadrona del puesto de salud en la isla de Carabane cuando nos enseñaba los dos métodos de control de natalidad que tenía: píldoras anticonceptivas que se dispensan a escondidas y preservativos que los hombres no quieren usar, queda mucho camino por andar!!!!
Y como siempre los cambios van de abajo a arriba, precisamente los niños y niñas que ahora ríen y juegan, gracias a la educación y la formación son los que provocarán el cambio en este siglo XXI, seguro!
Taller de arpilleras y mamá 24hs en Ibel
Cose y duerme en la isla de Ehidje
Y, seguiremos cogiendo de la mano a esta infancia africana que ríe, salta y juega, pues como dice R. Tagore:

¿Sabe alguien de dónde viene la sonrisa que revuela por los labios del niño dormido?

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