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Los polis y su radar |
Nos hemos despertado pronto, hoy nos tocan tres horas de ruta hasta llegar a la
bahía del Halong para iniciar un pequeño crucero de apenas 24hs con un barco mediano. En el trayecto nos para la policía pues quiere ponernos una
multa por exceso de velocidad (íbamos a 42 km/h cuando según ellos el límite era 40 km/h).
Nuestro conductor discute y discute, muestra el código de circulación y hasta llama a un amigo buscando una rebaja que al final no consigue, así
deberá volver al mismo punto para abonar los 60 euros de castigo. Y ahí mi primera sorpresa, ha de volver al mismo sitio?
país de "comunismo democrático" de hacerlo, volviendo al mismo punto pagarás la multa a quien te la ha impuesto y así,
de tus 60 euros,
30 (10 para cada uno de los 3 polis) ya
no pasarán de ahí, y se quedarán en su bolsillo. De los 30 restantes,
10 más se los quedará su superior por lo que la resta final que
llegará al Estado será de apenas 20 euros. Y eso? Van nos cuenta que es la manera que tiene este país de gestionar su comunismo.
Hemos perdido 30 minutos y seguimos avanzando por carreteras con vehículos en contra dirección, cambios de sentido y cruces allá donde haga falta. Por fin
llegamos al puerto, nosotros y miles de personas más,
calor insoportable, gente sudando y muchas quejas, como dirían mis amigos italianos "un casino". Por suerte
entre el caos, aparece un simpático vietnamita con "3 dedos cortados" que nos rescata y nos lleva a una barca. Van nos comenta que en el barco seremos 26 turistas en 13 camarotes.
Llegados al barco, reunión en el comedor para descubrir, entre otras cosas, que somos los únicos españoles: Francia, Luxemburgo, Marruecos, Alemania y nosotros, que buena combinación!!!
Mike va a ser nuesstro guía en el barco y
nos cuenta el programa mientras empezamos a degustar el "seafood": por la tarde tendremos
bañito en una playa y paseo en canoa por la bahía, buen plan! Comemos la mar de bien, nos recuperamos en el camarote con el aire acondicionado, bañadores y a la playa. Llegamos a la
isla de Ti Top, un amigo ruso de Ho Chi Min al que regaló esta isla de la bahía del Halong. La isla es de pago y la playa artificial con agua caliente y verdosa, más caliente que la de la bañera de casa.
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Kayaquer@s |
Llega el momento del
kayac y es una maravillosa sensación remar entre montañas que aparecen como por arte de magia. Escuchamos truenos y vemos relámpagos pero no se acercan lo suficiente y conseguimos concluir la fantástica excursión en canoa, hemos estado una hora remando entre montañas y montañitas que nos han saludado desde el agua. Volvemos al barco y es el
momentazo "aperitivo en cubierta viendo la puesta de sol". Un sol rojo y redondo, a pesar de las nubes, nos regala un cielo y unas aguas de un naranja intenso!!!
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Puesta de sol sin palabras |
Toca ducharse, el bochorno y el calor no nos abandonan ni cuando se va el sol, y mira que lo hace pronto ya que antes de las siete es negra noche. Los
camarotes del barco son perfectos con lavabo individual y una bonita ducha, creo que ahora le veo el
sentido a la expresión "lujo asiático". Llega la cena, un cocinero se marca unas gambas al vodka y nos quedamos hipnotizados viendo como cae la noche en la Bahía del Halong.
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