Nos despertamos en Hoi An por segunda vez, hemos dormido dos noches seguidas en el mismo sitio, eso no nos ocurre a menudo en este viaje! Hoy a las 9h cogeremos bicicletas y nos iremos al campo, al pueblo de Tra Que, sí, sí, y silbaremos como lo hacía la troupe de Verano azul hace unos cuantos años. Salimos del hotel con nuestro guía Bièn subidos a 4 flamantes bicicletas dispuestos a vivir una mañana en la campiña aprendiendo de campesinos vietnamitas, cocinaremos lo que luego comeremos y veremos muy de cerca como se vive en este país. Parece que el tiempo nos acompaña, luce nublado lo que agradecemos enormemente, así no molestará demasiado nuestro querido Lorenzo, el sol. Pedaleamos entre charcas de agua que son "criaderos de gambas", entre dos siempre hay una pequeña casa de paja para el guarda que vigila por la noche. En las charcas se ven unos aparatos formados por palas para remover y oxigenar el agua cuando no sopla el viento. Es cierto que en todos los restaurantes aparecen las "shrimp" cocinadas de diversas maneras pero con poco gusto a gamba, más bien no saben a nada. Me viene a la memoria el negocio Bubba gump de Forrest Gump, igual se inspiraron aquí, ya que según Bièn con las gambas puedes hacerte rico.
Xavi campesino vietnamita |
Banh xeo handmade con nuestras manitas |
Volvemos a la casa, nos espera un reconfortante masaje de espalda y pies, bienvenidos tras el esfuerzo!!!
Y ahora nos ofrecen un bonito delantal, ay eso significa a cocinar. Maceramos pescado (parece algún hermano pequeño del atún) con verduras "en papillote" dentro de dos hojas de banano y después nos iniciamos en el banh xeo, los crêpes con cerdo y gambas decorados abundantemente con cebollino. Pues no nos ha salido nada mal y estaba todo muy rico, a ver si la familia se anima a repetir cuando estemos en Barcelona!Con el estómago lleno tras un agradable almuerzo en el jardín es el momento de volver con nuestras bicicletas. Y hablando de bicicletas, menudo reto ir con ellas por Vietnam por donde te da la gana: que quiero cruzar ambos sentidos de la marcha, adelante! que ahora voy contra dirección, ningún problema! que ahora tengo que girar a la izquierda metiéndome en un carril contradirección, no pasa nada! un semáforo, y eso? Así, dándole a los pedales voy pensando en nuestras salidas en bicicleta por Sitges, siempre evitando carreteras y coches, no sé como Xavi no tiene los pelos de puntaaaaaa
La ley de los semáforos en Vietnam |
Cenamos en el Café 96, muy muy bien, y haciendo honor al concepto máximo de "comida casera", cepillos de dientes de los propietarios en los lavabos incluidos!!! Lástima del insoportable calor que ni los ventiladores consiguen disimular.
Tras la cena paseíto deleitándonos con los farolillos de colores que cruzan las calles del centro histórico de Hoi An y como si estuviéramos en el cuento de la cenicienta a las 22h puntualmente tiendas, restaurantes, cafés y farolillos se cierran y se apagan al unísono. Toca cerrar maletas y mañana vuelo a Saigon, los días corren y no se detienen!!!!
Família sobre ruedas |
Noche devota en Hoi An |
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